Allan Kardec, y sus dos mundos
Allan Kardec revolucionó el mundo de lo paranormal. Especialmente, con la publicación de su gran “Libro de los Espíritus”.
En el que plasmó sus “conversaciones” con innumerables espíritus de personas fallecidas que, dicho sea de paso, le revelaron aspectos trascendentales acerca de la Humanidad y del más allá.
Allan Kardec “Lo Visible y lo Invisible”
A Allan Kardec se le considera el padre del espiritismo. El médium consideró, con gran acierto, que existe una premisa fundamental, esto es, que hay dos mundos: el visible y el invisible.
En el primero, están los seres materiales. Y, en el segundo, existen los seres incorpóreos que son, precisamente, con quienes él se comunicaba, permanentemente. Lo hizo para indagar muchos aspectos relevantes sobre las dos dimensiones.
Sostenía Kardec, que el espíritu es una sustancia formada por “materia quintaesenciada”. Que se encuentra fuera del alcance de los cinco sentidos de los que está provisto el ser humano.
Argumentaba, además, que el espíritu, tal y como lo concibió, según acabamos de mencionar, se une al cuerpo físico mediante una especie de cuerpo intermedio, que es “semi-material”, llamado “Periespíritu”.
Allan Kardec y su criterio de la reencarnación
Kardec dice que en el momento del nacimiento, adoptamos formas temporales y materiales que, cuando son destruidas por la muerte física.
El espíritu permanece “vivo” para, posiblemente, reaparecer en el mundo físico, mediante el fenómeno de la reencarnación.
Según Kardec, entonces, la reencarnación es un fenómeno real y así se lo comunicaban los espíritus con los que se relacionaba, de manera permanente.
El propósito, con los sucesivos nacimientos y muertes. Esto es, con la reencarnación, es evolucionar hacia la perfección, al tiempo que nos reencarnamos. Cuantas veces sea necesario para lograr la pretendida perfección.
Todos los seres humanos somos la suma de lo que hemos sido, de lo que hemos hecho y pensado en las vidas anteriores.
Sostiene Kardec, que este no es un proceso milagroso. Ni sobrenatural sino, más bien, el resultado ineludible de las leyes naturales, que son inmutables.
El espiritualismo y el espiritismo, según la doctrina de Kardec
Según sostiene este gran médium, el espiritualismo sólo manifiesta una creencia en algo que está y existe, más allá de la materia. Al tiempo que el espiritismo (del que es el fundador) trata de la relación del mundo material con los espíritus. Éstos son entidades reales que siempre están con nosotros los vivos.
Para los detractores que sostenían que Kardec pretendía fundar una nueva religión. Posiblemente con el ánimo de ganar dinero.
El espiritista siempre respondió que se trataba de una filosofía racional basada en hechos que podía demostrar, permanentemente, y que recababa la esencia original de todas las religiones.
Nunca pretendió sustituir al cristianismo
Según el médium “la moral de espiritismo no es diferente de la de Jesús”. Al tiempo que sostuvo, además, que tal y como las enseñanzas de Jesús recuperaron las de Moisés. El Espiritismo es la recuperación de los principios cristianos fundamentales que, dicho sea de paso, habían sido abandonados por la inmensa mayoría de las iglesias establecidas.
Con gran acierto, se preguntaba el espiritista europeo, que “¿Por qué se practican, tan poco, las enseñanzas morales de Cristo?”. Se indagaba, además, las razones por las que quienes proclamaban, a los cuatro vientos. La esencia sublime de las enseñanzas de Jesús, eran los primeros en transgredirlas.
La caridad universal, proclamada por Jesús, era la primera de las premisas de Cristo. Eran transgredidas por los mismos clérigos de las diferentes iglesias cristianas o, mejor, “supuestamente” cristianas.
Conclusiones:
Kardec, bastante conocido y estudiado en las esferas de lo paranormal, pero algo desconocido por la gente del común. Fue considerado el creador y fundador del Espiritismo.
Además, se trata de uno de los médiums y videntes que demostró, con gran claridad y contundencia, que es posible comunicarse con los espíritus, desde nuestro mundo material.
Para saber más.
Kardec, Allan. “Devocionario Espírita”. Editado por Tipografía Occidental. 1943.