Akelarre
Akelarre es una palabra en euskera que significa reunión de brujas, y en español se escribe: aquelarre.
En pocas palabras se refiere a una asamblea o reunión de brujas y la gente que cree en la brujería.
El diablo se supone que ha de presentarse en persona después de realizar algunos conjuros.
Los registros europeos indican los casos de personas acusadas y juzgadas por participar en ellos, desde la Edad Media hasta el siglo XVII o posterior.
Hoy en día los aquelarres de brujas siguen siendo practicados por grupos ocultistas, ¡sin ser perseguidos!.
Akelarre: ¿Mito o realidad?
En España el caso más recordado es el de las brujas de Zugarramurdi, donde la Santa Inquisición quemó a 11 personas, 6 vivas y 5 muertas. ¡Confesaron bajo tortura que practicaban la brujería, a algunas las perdonaron!.
El Aquelarre es principalmente un fantasma creado por la Iglesia. Las sociedades ocultistas o paganas han existido y seguirán existiendo, pero la descripción tradicional pertenece al folclore.
Por otra parte el «culto de la bruja» como se describe por Margaret Murray es simplemente un reflejo de los miedos y fantasías de cazadores de brujas.
De hecho en el caso de las hechiceras de Zugarramurdi, el investigador principal era francés: Pierre de Lancre.
Pierre de Lancre no hablaba el idioma vasco de esta región y se valía de traductores así que su entendimiento y conclusiones tenían varios sesgos. Además de éste, pues las únicas pruebas eran las confesiones de niños y ancianos con mucha imaginación, además de adultos que confesaron bajo tortura.
En la película «Los Fantasmas de Goya» de 2006, las torturas eran el medio de confesión en la época, donde el padre de una de las víctimas que «confesó bajo tortura». Indignado, abre la cuestión de la eficacia de este método, ante el sacerdote Lorenzo Casamares interpretado por Javier Bardem, que participó en el interrogatorio de su hija (Natalie Portman) y le tortura para que confiese que es el hijo bastardo de un orangután y un chimpancé.
La antropóloga Margaret Murray basa su teoría en la propaganda de la caza de las brujas y las confesiones que los cazadores obtenían mediante torturas.
La brujería era una religión pagana organizada que existía en toda Europa.
En la época de qué hablamos, la Iglesia temía una conspiración, por lo que perseguían a cualquiera que se opusiera a lo dictado por ellos.
Las sectas paganas que han encontrado los investigadores modernos están muy localizadas. Algunos temas se presentan en varias ocasiones, a lo largo de Europa.
Pero cultos como el Benandanti italiano son muy diferentes de las Damas de Sicilia.
También son muy diferentes de las Taltosok de origen húngaro o de las brujas de Inglaterra.
Las brujas europeas pueden haber compartido ciertas creencias y habilidades, pero no hay evidencia de una religión organizada, como Murray sugiere.